¿ Dónde está la Atención Primaria?
Fuente : http://www.adspsalamanca.org/saludos-mil-lista-normal/13-atencion-primaria/1043-jose-maria-casado
Autor: José María Casado
El mes de Junio también cumplirá los 31 el Decreto de Normas Mínimas de Funcionamiento de los Equipos de Atención Primaria en Castilla y León. Aquí el acierto fue total al promover una original reforma sanitaria para intentar ofrecer una atención integral de salud. Se coordinaron competencias de la antigua Sanidad Pública, Red de Ambulatorios de la Seguridad Social, la Red de Sanitarios Titulares (incluidos veterinarios y farmacéuticos) atomizados y dispersos por todo el territorio nacional, con la inestimable aportación de los nuevos MIR de Familia, trabajado juntos como Equiposde Atención Primaria en Zonas y Centros de Saludregulados por su propio reglamento y bajo la dirección funcional de un Coordinador.
Fue un proyecto ambicioso basado en la concepción integral de la atención a la salud sin centrarse sólo en la enfermedad, considerando al paciente como unidad biopsicosocial y la salud como el resultado de nuestras condiciones y modo de vida. La Atención Primaria es su primer nivel, cercano a donde viven las personas y diseñado para prestar esa atención integral, permanente, continuada, participativa y programada al individuo, la familia, y tambien la puerta de entrada al sistema de servicios de salud especializados como es el hospital.
El método de trabajo también fue novedoso,motivador y liderado eficazmente desde las Gerencias de AP: en equipo, participativo, haciendo diagnósticos de la situación de salud y de los factores que condicionan la morbimortalidad, elaboración de programas de salud, planes de mejora, objetivos, evaluación y análisis, aprendiendo juntos. Abierto a la comunidad con actividades de educación para la salud a grupos y de participación ciudadana a través de los consejos de saludde zona y con un altísimo grado de satisfacción de los profesionales y usuarios.
El paso del tiempo y la tendencia actual mercantilista y hospitalcentrista de los sistemas sanitarios occidentales han ido empobreciendo las funciones integrales y también el presupuesto del modelo, dedicado hoy día casi exclusivamente a la atención a la enfermedad, ejerciendo con dificultad y poco éxito la función de puerta de entrada y regulación del sistema de niveles.
Las Gerencias de AP se dedican casi exclusivamente a labores organizativas y a gestionar la escasez de recursossin pasarse del presupuesto asignado. Los profesionales, profundamente desmotivados, luchan diariamente con un sistema informático desesperante e ineficaz y tratan de encajar consultas y horarios por libranzas, sustituciones y jubilaciones de otros compañeros. Los pacientes comparten el malestar de los profesionales y además sufren mientras esperan consulta con su médico, con el especialista, una prueba diagnóstica o una operación en las interminables listas de la desesperación. Entre todos habrá que hacer algo.
Aun así, el 80% de los pacientes siguen valorando positivamente la AP, si bien añaden: la Sanidad Pública es magnífica… cuando logras acceder a ella.
LA ASISTENCIA PRIMARIA EXHAUSTA
Fecha de Publicacion : 30/04/2017
Fuente : http://ecosdemilnaufragios.blogspot.com.es/2017/04/destruyendo-la-asistencia-primaria-ap.html
Autor: ecosdemilnaufragios
Llevo más de 35 años ejerciendo en atención primaria (AP) de la salud en Catalunya y en casi todos los ámbitos posibles y nunca antes la había visto tan exhausta, la sobrecarga de trabajo, siempre presente, ha aumentado hasta un punto inadmisible y peligroso, las causas son sabidas:
Poco dinero para la AP: tema crónico agravado por los "recortes", datos del Sindicat de Metges muestran que el presupuesto para la AP se ha reducido un 25% desde el 2007.
La sobrecarga asistencial preexistente se agrava, 1.100 médicos de familia y pediatras menos del 2007 al 2016 (de 6.819 a 5.747). En enfermería las pérdidas son similares. Somos muchos los profesionales que superamos los 2000 ciudadanos asignados
Mayor complejidad de los pacientes y de su manejo ¿causas?: razones sociales (aumento de la pobreza), de edad, de pluripatología. La "centrifugación" de pacientes desde otros niveles asistenciales. Las crecientes dificultades para que se acepten nuestras derivaciones y para acceder a pruebas complementarias (una pregunta :¿por qué tiene que ser este profesional quien dé la cara ante el paciente para comunicárselo?) rechazadas a menudo más por cuestiones económicas que por criterio médico . Afectados por las demoras a especialistas o que han dejado de ser atendidos en los hospitales y que acaban en nuestras consultas. Visitas no presenciales (llamadas telefónicas, e-consulting, visitas "virtuales", alertas médicas) sin tiempo asignado para realizarlas y con la misma responsabilidad legal.
El incremento de la burocracia, que a menudo hay que hacerla fuera del horario laboral, infinidad de correos electrónicos informando de los frecuentes cambios de procesos de trabajo, numerosas reuniones organizativas y de control (ambas, correos y reuniones cada vez más rechazadas en grandes empresas privadas por mermar la productividad). Informes y certificados por las cosas más inverosímiles y de las que el resto de la Administración es fuente inagotables de sorprendentes exigencias. Cambios continuos: informáticos en historia clínica, protocolos de derivación del enfermo, en protocolos diagnósticos y terapéuticos que, en algunas ocasiones, contradicen recomendaciones de sociedades científicas nacionales e internacionales.
La empresa nunca ha respetado la división legalmente acordada del tiempo de jornada impidiendonos hacer otras tareas: formación, investigación, salud comunitaria, educación para la salud, etc.
Cada vez se necesita más tiempo de atención para un paciente inmerso en unas agendas que asiduamente pasan de 35-40 visitas diarias y "da" unos seis u ocho minutos por visita y cada paciente puede consultar por diversos y muy variados motivos que hay que atender "in situ". Introducir datos en el ordenador, verdadera obsesión de los gestores, dificulta la visita ¿da igual? parece que sí. El gestor olvida que trabajamos en servicios personales de alta complejidad y parece que tiene más interés en que trabajemos como en una cadena de montaje de manufacturas. ¿Pretenden, tal vez, que seamos la esponja que absorba el malestar ciudadano por las demoras de todo el sistema.
La gestión es un "caos organizado", los expertos dicen que la sensación de descontrol de un mal gestor se traduce en más medidas de presión. No és casual que los directores de los CAPs pasaran de ser elegidos por los compañeros a ser nombrados desde la cúpula. Han aumentado las figuras de control substrayendo más manos de la asistencia, así las órdenes corren más eficazmente desde la cúpula a las trincheras pero ninguna propuesta de la base sube a las alturas y si el profesional no es escuchado crecen el desánimo y la desmotivación. Tal vez esa sea la intención. Rematan la estrategia creando unidades de gestión que incluyen a dos o más CAPs y el director se hace más huidizo para debatir la toma de decisiones o para sentir de cerca el sufrimiento de los que, hasta ayer, eran sus compañeros ¿Objectivo logrado? ¿Pretenden quizás que seamos la esponja que absorba el malestar de los ciudadanos por las demoras y carencias de todo el sistema?
Los instrumentos gerencialistas de estándares de calitat (EQ) y de dirección por objectivos (DPOs) desplazan el control de la consulta del sanitario al gestor y aumentan el riesgo de incurrir en mala praxis asistencial, eso ya se discute muy seriamente en Inglaterra, la propia comisión de deontología médica de la OMC las denunció como un riesgo de vulneración del código ético hacia el 2009. Los directores de CAP y adjuntos deberían reflexionar y hacer autocrítica sobre su papel de brazo ejecutor de esas directrices, a menudo con amenazas, más de tres veces me han dicho diferentes gestores: "si no te gusta la empresa, vete" y uno le dijo a una comapañera: "no me malinterpretes, si tuviera que elegir a una médico de familia para mí y mi familia series tu, pero no eres rentable para la empresa". Deberían reflexionar, digo, y ¿ por què no? dimitir tots en bloque para que más arriba se replanteen lo que están haciendo a l'AP y a los pacientes.
Habría que evaluar el papel de los gestores como generadores de desigualdades en salud y de variabilidad clínica entre territorios (¿por qué yo puedo pedir una RM y a cuatro kilómetros los compañeros de otro CAP no pueden?), el mal uso de una llamada autonomía de gestión puede llevar a que un director imponga unas condiciones allá y otro, otras diferentes acullá. Eso se añade a la que ya se genera por las diferentes carteras de servicios contratadas con los diferentes proveedores de servicios sanitarios, por ejemplo: un servicio no puede aplicar una técnica "x" y los pacientes de la zona colindante, con otro proveedor, sí y los mecanismos de "compensación" fallan con demasiada frecuencia.
Las condiciones laborales han empeorado mucho para los profesionales y son ya muy conocidos los efectos de la precariedad sobre la salud física y psíquica de los trabajadores, pero se habla menos de otros dos: los errores y los retrasos diagnósticos que caen sobre el ciudadano.
La jornada habitual de los facultativos es imposible de realizar sin perjudicar nuestra salud y poner en riesgo la del paciente. Con nuestra queja velamos por la salud de todos, profesionales y pacientes.
La gran mayoría de los profesionales de la AP creemos en lo tarea que hacemos y queremos un sistema que garantice su supervivència y para mi está claro que eso sólo es posible en un sistema cien por cien público y sin técnicas de gestión propias del sector privado y de producción de bienes de consumo, nuestra salud no lo es.
Los dirigentes de la sanidad conocen las "motivaciones intrínsecas" de nuestro trabajo y abusan de ellas. Saben que no abandonaremos a la sra. Ana o al sr. Antonio, pero muchos empiezan a entender que aguantando conseguimos el efecto contrario, que políticos y gestores sigan haciendo lo mismo y es preciso cambiar. El cambio es posible, buena parte de los remedios son de tipo normativo y de gestión-organización y i no requieren grandes inversiones económicas, sólo voluntad política.
Destruyendo la Asistencia Primaria (AP)
Fecha de Publicacion : 30/04/2017
Fuente : http://ecosdemilnaufragios.blogspot.com.es/2017/04/destruyendo-la-asistencia-primaria-ap.html
Autor: ecosdemilnaufragios
Un intermediario del comercio me dijo hace años: "si quieres ganar dinero, compra a kilos y vende a gramos". Parece que los dirigentes de la sanidad piensan igual. El nefasto Joan Prat (lo recuerdan?) desde su presidencia en el ICS lo intentó con su propia empresa que, no lo olvidemos, era y es una empresa pública, quiso fragmentarlo en consorcios (personificación jurídica mucho menos exigente en el control del dinero público) de menor tamaño y venderlos a entidades privadas. En Lleida tuvo su Waterloo, buena parte de la ciudadanía salió a la calle para defender la empresa ICS de sus propios gestores, la veían mucho más próximo a una sanidad pública que lo que pretendían imponer.
La idea sigue viva, desde hace unos años la aplican a la atención primaria (AP). La fórmula es sencilla, se delimita un colectivo de la población apetecible para cierto sector privado, se incentiva (positiva y negativamente) a los profesionales de la AP a registrar informáticamente y de forma exhaustiva todas las actuaciones realizadas sobre dicho colectivo lo que permite tasar muy ajustadamente el costo sanitario de cada paciente; se les "empaqueta" y "etiqueta" con un nombre: pacientes PADES o ATDOM o PCC; se saca a concurso la asistencia a ese "paquete" en el "mercado de proveedores sanitarios" y automáticamente, por ley, el ICS no puede concursar por ser instrumento propio del CatSalut.
Una vez en manos de la empresa que ganadora pueden pasar dos cosas: primera, los ciudadanos afectados serán visitados por profesionales de dicha empresa y pierden contacto con los que les han visitado desde hace años. Hoy día hablamos de pacientes mayores, frágiles y complejos por múltiples factores en su inmensa mayoría. Segundo, lo ideal para dicha empresa, que se haga el contrato del servicio y cobre aquella empresa, pero que el mayor peso del trabajo siga recayendo sobre el personal del CAP, es decir la AP, eso sí, sin los recursos que se lleva aquella empresa.
En diversas zonas del entorno de Barcelona ya se ha hecho esta maniobra con algún colectivo de ciudadanos (el dos Vallesos, l'Hospitalet , Sarrià...), ganados por la misma entidad privada.
Muchos pacientes sienten que su doctora o enfermera de siempre les deja en los últimos momentos de su vida y lo manifiestan con amargura. La AP pierde uno de sus rasgos más importantes: la longitudinalidad de la asistencia, hasta el final, lo que suele aportar calidad y calidez a la atención prestada. Los profesionales protestan pero ahogados por una gran sobrecarga bien fomentada por los gestores y, en algunos centros, afectados por estrategias organizativas que ya les iban desvinculando de algunos pacientes, acaban resignándose. Hay que recalcar que esas estrategias son transmitidas y ejecutadas con empeño, presiones y más de un engaño por los que antes fueron compañeros y ahora andan metidos en la gestión.
Unos pocos ganan, muchos pierden y a la AP la van reduciendo progresivamente, tal vez nos dejen para urgencias, quizás reediten una nueva "Beneficencia" ¿recuerdan? o simplemente la hagan desaparecer, tal vez porque no somos un gran negocio privado, somos un buen servicio público y molestamos en el mercadeo de la asistencia sanitaria, lo que prima es el negocio al estilo USA.
La privatización silenciosa de la Sanidad
Fuente : http://www.nuevatribuna.es/articulo/sanidad/privatizacion-silenciosa-sanidad/20170426144033139146.html
Autor: Marciano Sánchez Bayle
Evidentemente estamos ante un nuevo episodio de una estrategia que ha sido la guía del PP madrileño desde los gobiernos de Esperanza Aguirre y que hace unos años Forgés recogió en una de sus viñetas, en la que un señor le dice a otro “Hay que destrozar todo lo público para demostrar que no funciona” y el otro le contesta “pero que buenas ideas tienes Esperancita”. Pues eso la privatización sanitaria se sustenta en gran parte en el deterioro intencionado de los hospitales públicos.
Decisiones médicas
Fecha de Publicacion : 22/04/2017
Fuente : http://www.adspsalamanca.org/saludos-mil-lista-normal/18-economia-de-la-salud/1042-aurelio-fuertes-martin
Autor: Aurelio Fuertes Martin
Las grandes decisiones en política sanitaria son sin duda transformadoras y pueden modificar la salud de la población, la satisfacción de la misma, la eficiencia y calidad del sistema sanitario y la equidad en la atención. Por eso es importante hacer una lectura crítica de las mismas y estar alerta en las decisiones que pueden generar un deterioro del sistema o su privatización. Pero los médicos podemos hacer mucho más. Nuestras decisiones, millones de decisiones diarias, las decisiones de un 0,5% de ciudadanos españoles, que es el porcentaje de la sociedad española que representamos los médicos, pueden modificar hasta un 75% del PIB dedicado a servicios de salud. Pero siendo importante el aspecto económico de nuestras decisiones, puede ser mayor nuestra responsabilidad en la percepción de salud o enfermedad de los ciudadanos o los riesgos a los que podemos someterlos en el contexto de nuestros estudios o tratamientos.
Estas reflexiones vienen a colación por mi creciente desconcierto ante la situación actual de la práctica médica, así el número tan notable de derivaciones de pacientes a los servicios hospitalarios por causas que deberían tratarse en el Centro de Salud o la ingente demanda de pruebas o nuevas consultas solicitadas por los médicos hospitalarios, sin que éstas vayan a suponer un cambio en la actitud terapéutica. Los recursos tecnológicos son hoy muy potentes y la formación de los médicos es sin duda muy importante. ¿Dónde está entonces el problema? Quizás la fe ciega en que la tecnología lo puede resolver todo, en lugar de la reflexión que sigue a una anamnesis detenida, una exploración física cuidadosa y unas pruebas complementarias básicas, lo que puede y debe hacer cualquier médico. El problema no se detiene en la consulta individual, va más allá, por ejemplo en algunas Guías Clínicas de expertos, donde a veces sin evidencias potentes se recomiendan nuevas pruebas y seguimientos especializados de los pacientes, que acaban por convertir la vida de estos en una vivir para la enfermedad, con infinitas vistas a los centros hospitalarios e infinitas pruebas, que de ninguna manera son inocuas y que llevan irremediablemente a otras.
He aprovechado estos días de vacaciones para repasar un clásico de bolsillo: “Breve historia de la Medicina” de Roy Porter y para devorar la serie de HMO “The Knick”, que retrata fielmente los progresos quirúrgicos en el Nueva York de 1900. Es importante repensar el pasado para entender el ahora. La Medicina ha ido desarrollándose pacientemente a través de los siglos, con frecuentes saltos cualitativos. Los adelantos tecnológicos de estos últimos 40 años han sido espectaculares y suponen un avance en el desarrollo médico como nunca existió, pero ello no debe hacernos perder de vista nuestra verdadera misión y actuar en consecuencia. En el momento que nos ha tocado vivir es inmenso el conocimiento que tenemos de las enfermedades y el buen médico debe conocerlas, pero es aún más importante “conocer” al enfermo y tratar su enfermedad. El médico que así lo haga no será solo bueno, será un gran médico (W. Osler dixit)
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