De comisiones, pandemia y sostenibilidad del sistema
Fuente:https://www.saludadiario.es/opinion/de-comisiones-pandemia-y-sostenibilidad-del-sistema
Autor:Â Aurelio Fuertes
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En junio de 1991 se dio a conocer el informe de la Comisión de Análisis y Evaluación del Sistema Nacional de Salud (SNS), más conocida como Comisión Abril. Aquella Comisión surgió porque, al parecer, el Sistema era económicamente insostenible, y aunque su informe no llegó al debate parlamentario, sus propuestas de actuación han sido el mapa que ha guiado todos los intentos de privatización de la Sanidad en España.
Es interesante señalar que la Comisión empezó sus trabajos solo cuatro años después de la creación del SNS (la Ley General de Sanidad es de 1986). Conviene recordar, para entender la temprana embestida, que cuando esta ley se promulgó como un punto decisivo en la creación del Estado del Bienestar en España, éste ya estaba de retirada en Europa debido a la revolución conservadora de Thatcher y Reagan.
La Comisión Abril cuestionaba un Sistema que se proponÃa como equitativo para toda la población, gratuito en el momento de uso, accesible, eficiente y de calidad y, además, redistributivo: los más ricos apoyarÃan a los más pobres y los sanos, a los enfermos; a cambio, pretendÃa introducir mecanismos de mercado que hicieran posible la privatización de, al menos, parte del sistema sanitario público, su disculpa era que, "por ley natural", lo privado es más eficiente que lo público.
Treinta años después del Informe Abril, el SNS se sostiene y ha aguantado –eso sÃ, a duras penas– el tremendo test de esfuerzo que ha supuesto la pandemia. Al principio de ésta, toda la ciudadanÃa y también todos los polÃticos mostraron con aplausos su apoyo decidido a la Sanidad pública, pero ahora es necesario demostrarlo en todos los escenarios, porque la apuesta por su privatización, al menos por parcelas, no cesa y es cada vez más intensa.
Para que el Sistema se mantenga es preciso reforzarlo. La LGS ya nació con alguna debilidad, como la falta de concreción de la relación del Ministerio de Sanidad con las comunidades autónomas, y la falta de coordinación entre ambos ha sido definitiva en la fallida gestión de la pandemia. El pobre desarrollo que ha tenido la Salud Pública también ha lastrado el curso de la crisis. La asistencia sanitaria se ha debilitado en este tiempo de forma ostensible, sobre todo porque venÃa ya deteriorada con escandalosos e inconcebibles recortes en personal. El retraso en la atención a patologÃas no-Covid y la ausencia de presencialidad en los centros de salud durante este periodo han dejado más tocado al Sistema, hay más listas de espera y más descontento de la población.
Otra Comisión creada en el Parlamento después de la primera ola de la pandemia, el Grupo de Trabajo de Sanidad y Salud Pública, hacÃa alusión a éstas y otras necesidades de reforma del Sistema, pero nada se ha movido desde entonces. El informe que elaboraron, por una vez con el consenso de todos los grupos polÃticos, debe seguir en el cajón de documentos a olvidar del Congreso de los Diputados; sin embargo, es absolutamente necesario y, además, urgente poner en marcha medidas que reactiven y refuercen el SNS para que siga siendo sostenible.
Domus dei et porta coeli
Fuente:https://www.saludadiario.es/opinion/domus-dei-et-porta-coeli
Autor:Â Emilio Ramos Delgado
Mis compañeras, notablemente más jóvenes que yo, eran las encargadas de las sesiones de vacunación en las residencias de ancianos de nuestra zona de salud. Pero aquel dÃa todo coincidió para que yo fuera el médico de la jornada de vacunación en la residencia.
Llegaron más dosis de vacunas, ya estaban creadas las agendas de consulta y hacÃa más de siete dÃas que yo habÃa recibido la segunda dosis. TenÃa, por tanto, el 90 % de posibilidades de estar inmunizado frente al coronavirus. Se trataba de una actividad sin complicaciones. Los dÃas anteriores no habÃan surgido mayores contratiempos, y todo estaba preparado al detalle por la residencia y por Sacyl.
Llamaron de la Gerencia. Se retrasaba media hora el inicio de la vacunación… Aproveché el tiempo repasando los pacientes con los médicos de la residencia y pude apreciar de primera mano lo bien que se habÃan hecho las cosas en ese centro. Y empecé a sentir que habÃa emoción en el ambiente, entre los residentes y también entre los trabajadores, que esperaban ese dÃa muy ilusionados. Y me di cuenta de que era el último dÃa de vacunación. Por fin vacunados... Yo también me emocioné, porque sentà en mi piel su ansia de libertad después de un año sin poder salir, sin poder ver a sus seres queridos, un año temiendo enfermar y morir, como habÃa ocurrido con algunos de sus compañeros.
Cuando llegó el momento y los residentes comenzaron a desfilar tan ordenados, tan dignos, atentos a las instrucciones, colaboradores, arreglados y elegantes, me parecÃa que sus achaques habÃan desaparecido, que se movÃan sin dificultad, que oÃan perfectamente, que veÃan bien… Qué alegrÃa sentimos todos, qué suerte poder estar allà participando en esa ceremonia tan feliz y esperada.
A finales de marzo, también estaban ya vacunados todos mis pacientes ancianos en sus domicilios, vacunada la enfermera, los residentes y yo mismo. Se daban las condiciones y comenzamos a realizar, por fin, las visitas programadas a los domicilios, es decir, sin la solicitud expresa del paciente. Esperábamos tanto ese dÃa…
Y visitamos en primer lugar a M., que vive solo y con quien habÃamos mantenido contacto telefónico durante todo este tiempo. Visitamos después a J. y a H… Y de nuevo surgió la emoción. HabÃa transcurrido un año desde que tuvimos que confinarnos. Ir a las casas de los pacientes conllevaba un riesgo enorme de llevarles la infección por coronavirus. Un año desde que empezamos a contactar sólo por teléfono, a estar preparados si fuera preciso, pero también a temer que enfermasen, miedo a draculalespectacle.com al hospital, miedo a tanta soledad.
Cuando volvÃa para casa, pensaba que la sociedad habÃa conseguido una proeza, obtener vacunas útiles contra el coronavirus en sólo un año de tiempo, pero no para todos. Me acordaba de las gentes que conocà trabajando en Bolivia, San Javier, en la comunidad de BerlÃn-Los Troncos y en el barrio Plan 3000 de Santa Cruz de la Sierra. Y recordaba también la reflexión recogida en el artÃculo escrito el 7 de abril por la Dra. Gloria Alonso, La llamada de la vacuna. Hasta el año 2023 no era previsible que se vacunaran allÃ. ¿Cuántos enfermarÃan antes de vacunarse, cuántos morirÃan y en qué condiciones se podrÃa realizar su asistencia?
Y reflexionaba sobre las lúcidas palabras de Joan Benach:
"A mediados de marzo de 2021, se habÃan puesto en el mundo unas 330 millones de vacunas (apenas 4,5 dosis por cada 100 personas), pero en muchos paÃses no habÃa aún ningún vacunado. ¿Por qué? Pues porque aunque las inversiones en la investigación de vacunas son básicamente públicas, su producción y comercialización está en manos privadas debido al acuerdo de 1995 sobre 'Derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio de la OMC' (TRIPS), que impone los intereses de las multinacionales farmacéuticas sobre los Estados, sobre todo del sur global, dependientes de las patentes y licencias sobre productos, vacunas y fármacos. La geopolÃtica sanitaria que impone el complejo médico farmacéutico financiero global ('Big Pharma'), defiende sus intereses con una gran influencia sobre los Estados, controla el consumo masivo de fármacos y tecnologÃas sanitarias y genera enormes beneficios. La India, Sudáfrica y 90 paÃses más han tratado de suspender los acuerdos de propiedad durante la pandemia, pero la Unión Europea, EEUU y otros paÃses anglosajones se opusieron. El director de la OMS afirmó que "el mundo está al borde de un fracaso moral catastrófico" que "se pagará con las vidas de los paÃses más pobres". Añadiendo que "si no podemos hacer exenciones durante tiempos difÃciles y bajo condiciones sin precedentes, ¿entonces cuando?" (1)
Debemos ser conscientes en el mundo rico y privilegiado de que las consecuencias de esta pandemia no son todavÃa plenamente perceptibles. Son inimaginables en toda su amplitud. Sin actuaciones a nivel mundial basadas en la igualdad de oportunidades ante ésta y todas las demás enfermedades, todos perdemos. Si permitimos circular libremente el virus por la mayor parte del mundo por carencia de vacunación, estaremos preparando el terreno para la aparición de mutaciones que, aunque ahora sigan sin perder su eficacia a las vacunas, en el futuro pueden dejar de serlo. Por equidad y por egoÃsmo, es imprescindible que las vacunas lleguen por igual a todos los rincones del mundo. Y esto no puede ser una opción, es una obligación.
*Domus dei et porta coeli es la inscripción de las palabras del Génesis que figuran sobre la puerta de entrada de la preciosa iglesia jesuÃtica de las misiones de la ChiquitanÃa boliviana. Se usa aquà como metáfora de lugar de acogida a todos.
El lÃo de las vacunas
Fuente:https://www.infolibre.es/noticias/opinion/plaza_publica/2021/04/13/el_lio_las_vacunas_119150_2003.html
Autor: Marciano Sánchez Bayle
Durante los ultimos dÃas estamos viviendo un serie de informaciones un tanto caóticas y contradictorias sobre las vacunas, centradas en la de AstraZeneca pero que parecen confundir a la población, por ello serÃa conveniente señalar algunas cuestiones claves.
Las vacunas son medicamentos y como todos ellos tienen efectos adversos, contraindicaciones y potenciales interacciones con otros medicamentos. En la medida en que el número de personas vacunadas aumente se irán conociendo más estos potenciales efectos, más o menos infrecuentes, y también si existen problemas a medio y largo plazo, lo que puede o no suceder.
La decisión de vacunar debe tomarse teniendo en cuenta los riesgos frente a los potenciales beneficios. Ya hay mucha información y cada vez parece más claro que los riesgos de un problema adverso grave son muy inferiores a los beneficios de la protección frente al covid-19, ahora bien, como la frecuencia de las consecuencias graves de la enfermedad aumenta con la edad, es evidente que los beneficios netos son muy superiores en las personas más mayores respecto a los jóvenes. Por otro lado siempre debe considerarse que las vacunas, al contrario de lo que sucede con la mayorÃa de los otros medicamentos, se administran a personas sanas, y por eso hay que ser más prudentes a la hora de evaluar beneficios y riesgos.
No serÃa raro que aparecieran nuevas complicaciones relacionadas con las vacunas a medida que se introducen otras nuevas, pase más tiempo desde la vacunación y haya más personas vacunadas. Resulta ilusorio pensar que van a existir vacunas sin ningún tipo de problemas secundarios.
Los conocimientos cientÃficos son limitados y progresan mediante el estudio y observación de los problemas, y el debate sobre las hipótesis alternativas y su comprobación en la práctica es por lo tanto un proceso abierto y sujeto a variaciones a la hora de establecer recomendaciones e indicaciones. Lo normal es que si aparecen nuevas evidencias se cambien las recomendaciones, lo anormal y potencialmente peligroso serÃa no hacerlo.
La comunicación ha tenido fallos notorios desde el principio de la pandemia, transmitiendo como hechos ciertos e incontrovertibles lo que eran hipótesis, todavÃa pendientes de comprobación o extraÃdas de una experiencia limitada; a medida que avance la pandemia, la vacunación, etc, la experiencia irá consolidando las alternativas y el grado de certeza aumentará.
El debate y el escrutinio público tan pormenorizado que se ha realizado desde el inicio de la pandemia, han dificultado un mejor conocimiento del problema a la opinión pública, y hay que ser conscientes de que está muy sesgado por muchos intereses, profesionales, geopolÃticos, económicos y empresariales, que dificultan una evaluación razonada, favorecen la desinformación y fomentan la confusión de muchas personas. Por supuesto la información es fundamental en una sociedad democrática, pero debe ser de calidad, contrastada y situada en su contexto.
Sobre las vacunas incide también que algunas CCAA, especialmente la Comunidad de Madrid, están abordando la vacunación contra el covid-19 con la misma falta de rigor y el mismo caos organizativo que le han caracterizado durante la pandemia, eso explica por ejemplo que la suspicacia respecto a las mismas sea mucho mayor en Madrid que en el resto del paÃs.
Por otro lado es obvio que en la UE se han priorizado las vacunas donde existÃan intereses económicos de paÃses miembros, ninguneando otras vacunas que potencialmente eran similares; incorporarlas una vez comprobada su eficacia y seguridad serÃa conveniente, pero de nuevo no puede hacerse con movimientos incoordinados como los realizados por la Sra. Ayuso, que anteponen el espectáculo sobre la seguridad y la salud de las personas.
Por todo lo que conocemos hasta ahora, la actuación de las autoridades sanitarias del Ministerio es bastante sensata y prudente, aunque quizás no lo sea comprometerse a tasas de vacunación en un plazo determinado, cuando estas dependen de los suministros de vacunas y de la actuación de unas CCAA que no controlan. En nuestro caso, la utilización intensiva de los recursos de la Atención Primaria podrÃa garantizar un buen resultado. De todos modos, las cosas avanzan razonablemente y parece probable que el proceso de vacunación alcance sus objetivos en el verano.
Ahora bien, siguen quedando los interrogantes sobre cuál será la duración de la inmunidad y de cómo plantear el acceso a las vacunas de la mayorÃa de la población mundial. Es evidente que la liberación de las patentes serÃa un paso imprescindible para ello, y a medio plazo deberÃamos conseguir la independencia del suministro de medicamentos de los intereses comerciales y ahà es fundamental, visto el comportamiento de las empresas farmaceúticas privadas en esta crisis, el ser capaces de dotarnos de una potente empresa farmacéutica pública.
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La llamada de la vacuna
Fuente:https://www.saludadiario.es/opinion/la-llamada-de-la-vacuna
Autor:Â Gloria Alonso Claudio
A finales de diciembre 2020, el jefe de servicio nos envió un email en el que nos planteaba una pregunta para la que solo habÃa dos respuestas posibles: sà o no. La cuestión no era otra que si querÃamos vacunarnos frente al SARS-CoV-2.
Semanas antes de plantearme ya seriamente la cuestión, habÃa tenido miedos, que también encontré en algunos compañeros, miedos que se relacionaban especialmente con los efectos secundarios que se habÃan publicado hasta entonces, como parálisis facial o mielitis transversa, y también con la incertidumbre de una nueva tecnologÃa (la inoculación de RNA mensajero); pero el dÃa que me enfrenté a la pregunta de sà o no, ese dÃa, ya no me quedaban dudas.
En primer lugar, por responsabilidad profesional, el personal sanitario vacunado presentaba menos posibilidades de transmitir la enfermedad a los compañeros y a los pacientes (éstas eran razones de mucho peso) o incluso a tus familiares (lo cual también era importante) y, secundariamente, porque la covid-19 puede ser una enfermedad muy grave, tanto, que acabe con tu vida.
Asà las cosas, el 30 de enero se corrió la voz de que estaban empezando a llamarnos. Recuerdo que mi teléfono se iluminó con un número muy largo, supe que era "la llamada de la vacuna" y corrà por los despachos diciendo: "Ya me han llamado, ya me han llamado", mientras los demás asentÃan con caras de felicidad. Nunca me habÃa hecho tantÃsima ilusión ponerme una vacuna. Fue un dÃa muy emocionante para mà y también para muchos de los compañeros con los que hablé.
Nosotros, por haber nacido en donde hemos nacido, hemos tenido suerte.
Según un análisis de The Economist Intelligence Unit, más de 85 paÃses pobres no tendrán acceso a las vacunas hasta 2023. Los paÃses más ricos gestionaron las dosis de las vacunas rápidamente y esperan tener vacunada a su población en 2021. Los problemas de producción y la falta de recursos provocarán un retraso en la vacunación de otros paÃses. Los desastres, sean naturales o no, siguen siendo una brecha que separa hasta el infinito a unos paÃses de otros.
¿Qué ocurrirá en estos paÃses? ¿Se podrán vacunar los sanitarios y el resto de la población? ¿Cuál es la polÃtica internacional al respecto? ¿Ayudarán los paÃses con más recursos a los que no puedan permitirse una vacunación masiva? ¿Qué opina la OMS?
Dejo esas cuestiones sin contestar, porque no tengo las respuestas, pero deberÃamos reflexionar cómo nos sentirÃamos si el nuestro fuera uno de esos paÃses. Pudiera ser que millones de personas no recibieran nunca la "llamada de la vacuna".
Una polÃtica de vacunación equivocada y electoralista
Fuente:Â https://www.infolibre.es/noticias/opinion/plaza_publica/2021/04/09/la_vacunacion_madrid_118852_2003.html
Autor: Marciano Sánchez Bayle
La polÃtica de vacunación de la Comunidad de Madrid es de nuevo un desastre práctico unido a una gran operación de propaganda.La suspensión de la vacunación en los centros de salud durante los festivos de la Semana Santa es un ejemplo de la falta de criterio a la hora de la vacunación y del desprecio que tienen la Sra. Ayuso y su consejero de Sanidad por la vida de las personas.
Vayamos por partes: Existe una evidencia cientifica contrastada sobre el aumento de mortalidad de la covid-19 en relación con la edad. Aunque los datos concretos varÃan según los paÃses, un metanalisis del JAMDA en 2020 señalaba que la mortalidad por debajo de los 40 años no alcanzaba el 1%, entre 40 y 50 era del 1,1%, entre 50 y 60 del 3%, entre 60 y 70 del 9,5%, entre 70 y 80 del 22,8% y en los mayores de 80 del 29,6%. En España los últimos datos publicados (30/3/2021) señalan unas menores tasas de mortalidad pero con parecidas diferencias entre los grupos de edad: hasta los 60 años por debajo del 1%, entre 60 y 70 el 1,5%, entre 70 y 80 el 5,2% y en mayores de 80 el 15,8%. En cualquier caso, es evidente que el grupo prioritario a vacunar son las personas mayores de 70 años, que son con mucho las que más mueren (entre 3 y 4 veces más que los menores de esta edad). Por eso es tan importante la vacunación en los centros de salud, porque es la que utiliza las vacunas de Pfizer y Moderna y se focaliza en las personas más mayores, y por eso resulta irresponsable que se hayan suspendido 4 dÃas las vacunaciones a este grupo de edad.
La Comunidad que iba a vacunar 7 dÃas a la semana, mañana, tarde y noche, según las palabras de Ayuso, ha suspendido la vacunación, y eso a pesar de que tenÃa un remanente de más de 40.000 vacunas de estos tipos, y por lo tanto es mentira que no tuviera dosis para hacerlo. Cerró los centros de salud, de nuevo mintiendo, porque dice hacerlo por las vacaciones del personal, pero no lo hizo en marzo de 2020 cuando los centros de salud permanecieron abiertos. Además, no consideró la opción de pedir personal voluntario para la vacunación, con lo que se podrÃa haber mantenido la vacunación en la mayorÃa de ellos (la vacunación no precisa de todo el personal de los centros sino solo de un 15-30% del mismo según los casos). Todo para ahorrarse pagarles las horas extras.
Por otro lado, ha continuado la vacunación en los vacunódromos del Zendal y el Wanda en unas condiciones bastante intolerables (hasta 3 horas de espera en algun caso y con grandes aglomeraciones). Como ya señalé en su dÃa, este tipo de vacunación supone un sesgo de accesibilidad importante porque favorece el que se acerquen las personas con menos problemas de salud, menor discapacidad, mejor situación económica y a quienes viven más cerca; de nuevo conviene señalar que los 2 puntos están en el norte de Madrid. Zonas de nivel económico medio-alto, por lo que, de nuevo, se prima a sus votantes, en una clara maniobra electoralista, y no a quienes más necesitan las vacunas.
En resumen, una polÃtica equivocada y electoralista, en la que priman criterios económicos y no de salud, y que nos va a costar muchas vidas.Â